5 Hábitos que debes dejar atrás para poder avanzar

2020, un año raro y diferente que, quizás, nos hizo salir de nuestra zona de confort en muchas ocasiones, y nos ha hecho explorarnos internamente y re-evaluar nuestras costumbres y estilo de vida.

Muchos de nosotros hacemos un balance de los 12 meses que se han quedado atrás. En mi caso, hago una revisión de hábitos personales de los que seguramente han nacido varias intenciones de cambio, y de allí surge una lista de propósitos relacionados a lo que queremos mejorar el siguiente año.

Estos propósitos pueden estar relacionados con tu trabajo, tu familia, tu aprendizaje, tu salud, etc. Y generalmente vienen con intención de abandonar costumbres poco positivas que te alejan de una meta o de un sueño personal.

Siendo sinceros, esa lista de propósitos vuelve al cajón del olvido alrededor de la tercera semana de enero, y la volvemos a recordar cuando regresa nuevamente diciembre y ves que tu lista está más o menos intacta.

Hora de recuperar el rumbo

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No confundas pesimismo con la idea de que no tienes control sobre tu vida. Puede que tengas la sensación de que tu barco va donde lo llevan estos vientos, pero eso no significa que no tienes influencia sobre su rumbo.

Si quieres cumplir realmente tus propósitos, no debes tener una lista demasiado larga de cosas por cambiar, pero sí te recomiendo desprenderte de 5 hábitos que necesitas dejar atrás para ser la mejor versión de ti mismo.

Hábitos que debes dejar atrás

1. Castigarte por aquello que no pudiste cumplir

Acepta que no puedes abarcar todo. Hay circunstancias que se escapan de nuestro control. Lo importante es reconocer el fallo y volver a intentarlo. No tiene que ser 1 de enero para que pongas de nuevo en marcha tu plan, lo que realmente importa es que lo pongas en marcha sin martirizarte por no haberlo hecho antes.

2. Esperar la aprobación de otros

Aunque somos seres sociables, y compartimos, aprendemos y convivimos con otras personas, no quiere decir que lo que ellos crean o digan de nosotros tiene que marcar nuestro camino.

Tener en cuenta la opinión de los demás está bien, siempre y cuando sea tu voz interior la que tome la acción. Confía en ti y escucha lo mucho que tiene que decir tu corazón, el que te conoce a la perfección y sabe qué virtudes puedes potenciar en cada momento.

 

3. Aferrarte al pasado

Todos los momentos difíciles pueden evocarte emociones incómodas. Y mucha veces le sigues dando vueltas en tu mente, elaborando una y otra vez, reviviendo el pasado. Esto puede causarte infelicidad, no te permite disfrutar de lo que tienes en el momento presente por estar mentalmente en el pasado.

Aferrarte impide que superes las cosas y evita que recibas algo nuevo en tu vida. Liberarte de lo que no funciona, ideas, deseos, expectativas, relaciones, creencias hace que puedas fluir.

Lo que debes pensar es que tuviste la suerte de aprender de ellos. Déjalos atrás, y enfócate en vivir el hoy. Al deshacerte de ese pesado equipaje abrirás la puerta a un futuro mejor.

4. Dudar de ti mismo

Pensar constantemente de forma negativa no es algo que te ocurre únicamente a ti. A menudo somos nuestro peor enemigo cuando se trata de la confianza en nosotros mismos.

Dudar de tu valía solo te conduce al pesimismo y a la derrota, incluso antes de haber pasado a la acción.

Pensar de forma negativa influye en todos los aspectos de tu vida, pues profesas que todo lo que comienzas terminará mal, y de cierto modo buscas que ese sea su destino. Comenzar a verte a ti mismo, a otras personas y a tu vida de forma más positiva, cambiará tu perspectiva sobre las cosas y te dará más confianza para tomar decisiones. Tú ya tienes todo lo necesario para cumplir tus sueños, confía en tu magia interior.

5. Inventar excusas

Siempre hay una mentira que esconde el por qué no hiciste lo que debiste hacer. La necesidad de dar explicaciones de cualquier tipo siempre es una señal de debilidad.

Un error o un retraso no se convierte en un fracaso hasta que te niegas a corregirlo. Siempre tendrás una excusa para no hacer las cosas, mejor enfócate en la razón para sí hacerlas.

 

¿Mantienes algunos de estos hábitos? Déjalos atrás para poder abrirte camino a la vida que realmente quieres. Toma el control de tu destino y marca el rumbo. Se trata de desprenderse de lo viejo para hacer espacio a lo nuevo.