Alimentos orgánicos, de estación y de proximidad.

Los alimentos vivos, orgánicos, de estación y de proximidad están de moda ultimamente. Afortunadamente cada vez abren nuevos establecimientos que nos ofrecen o hacen incapié en el uso de este tipo de productos saludables. Surge muchas veces las preguntas: Valen la pena? Son realmente tan beneficiosos? De que estamos hablando verdaderamente? A continuación vamos a intentar dar algunas respuestasorganicfood

Una sustancia alimenticia va a ser mejor cuanto más se acerque al estado en que lo encontramos en la naturaleza. Los alimentos vivos contienen una información o codificación genética, una estructura molecular que reúne un conjunto de micronutrientes, macronutrientes, fitonutrientes, antioxidantes y otros principios activos. Estos alimentos biogénicos favorecen la vida y la regeneración de nuestro organismo. No quiere decir que nuestra dieta deba contener exclusivamente alimentos vivos, pero es necesario incorporarlos en cada comida para favorecer la manutención y elevación de energía vital. Estos son las frutas, verduras, semillas, frutos secos, granos germinados y algas.

Se consideran de muy alta calidad los alimentos orgánicos (sinónimo de ecológico y de bio) porque en el proceso de producción no recibieron tratamientos químicos a nivel de fertilización, pesticidas, fungicidas u otros métodos que alteren violentamente su composición. Tenemos la garantía, en géneros orgánicos de que la producción primaria de éstos es de un origen seguro, certificado y regulado; inclusive el agua utilizada, la tierra abonada, los métodos de protección de plagas o la alimentación en caso de derivados animales.

Los productos ecológicos no siempre son de estación ya que a veces está contemplada la siembra en invernadero de alimentos bio.

Un alimento de estación es aquel que acompaña al ritmo energético de la época del año que estamos viviendo.

Los alimentos de proximidad están muy relacionados con este concepto. Estos viven la misma realidad climática que nosotros estamos experimentando. Por ejemplo, cuando hay heladas en invierno las sufrimos tanto nosotros como los sembradíos. Estas plantas generan una serie de defensas contra esas condiciones meteorológicas extremas, digamos algún antioxidante que redunda en que la planta esté un poquito más fuerte. A la hora de agregar este ingrediente en nuestro plato, nos aportará ese antioxidante y a su vez esa capacidad de resistencia. Sin embargo, en el caso opuesto de géneros de otros lugares del planeta – como el de algunas frutas, que viajan en cámaras de conservación donde hay una atmósfera modificada, recolectada mucho antes de su punto de madurez y que llega a este estado en estas mismas cámaras -no va a tener ni la mitad de las vitaminas ni el aporte de nutrientes en comparación a una fruta madurada, recogida y engullida el mismo día. El mismo ejemplo se aplicaría sobre cereales y legumbres. Y por supuesto, está también la consideración sobre ecología y como afecta el impacto (no solo ecológico, si no también social y económico) cuando consumimos productos provenientes de otras lejanas latitudes.

Por Fernando Orpinell bajo el asesoramiento del Coach Nutricional Diego De Castro

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